En la Arquitectura Negra de Guadalajara, abundan los alojamientos rurales de calidad de todo tipo, tanto de alquiler por habitaciones, como de alquiler completo (también llamado íntegro).
La Fragua es, probablemente, el restuaurante más pintoresco de la Arquitectura Negra.
Lo que no proliferan tanto son los bares, mesones y restaurantes.
En Campillo de Ranas, uno de los pueblos negros más representativos, se encuentra el Restaurante La Fragua, un negocio con una ubicación muy especial y donde reponer fuerzas tras una de las múltiples rutas que podemos hacer por la Comarca de los Pueblos Negros.
No hace falta esforzarse mucho para adivinar de dónde le viene el nombre a este peculiar restaurante: efectivamente, de una antigua fragua ubicada en ese lugar.
Nada más entrar en La Fragua nos envuelve su acogedor ambiente, han sabido respetar un ambiente rústico sin caer en excesos, por lo que uno se encuentra como en la casa de pueblo de un familiar muy cercano.
La carta se basa en cocina tradicional y está bien equilibrada, y entre los primeros platos podemos encontrar delicias como las “croquetas de cecina de León”, la “sopa castellana con huevo de corral”, el chorizo al vino o los judiones de la granja.
De los segundos platos destacan el rabo de toro, el “solomillo con salsa de setas a la pimienta” y el asado por encargo (cabrito o cordero).
Podemos rematar la comida con postres como la “tarta de chocolate y naranja amarga” o las “trufas dos chocolates”.
Resumiendo: restaurante con muy buena atención al cliente, en un entorno excepcional y con una cocina tradicional muy bien elaborada.