
En la vertiente poniente del Pico Ocejón se abre un amplio y majestuoso valle cubierto por densos bosques de pino y roble y grandes extensiones de pastos; al oeste, la sierra de Puebla y la del Rincón y al norte, el gran macizo de Ayllón con su dominante pico de El Lobo (2274 m).

Bien podría definirse esta pequeña aldea como el pueblo “construido al revés” y, sin embargo, sin ninguna duda, constituye uno de los ejemplos más bellos y singulares de la arquitectura negra, visita obligada en la ruta de los Pueblos Negros de Guadalajara.