Descubre Campillo de Ranas, corazón de la ruta de los pueblos negros de Guadalajara

 
El senderista observa el abismo del Cuchillar del Asomante
El Cuchillar del Asomante se interpone amenazante

SENDERO (PR-GU-04) EL BARRANCO DE EL JARAMA.

  • DISTANCIA: 18,5 Km.
  • DESNIVEL POSITIVO: 882 m.
  • DESNIVEL NEGATIVO: 640 m.
  • MÁXIMA ALTURA: 1.314 Pedriza Matacuras
  • MÍNIMA ALTURA: 972 Río Jaramilla
  • HORARIO EFECTIVO: 6h

CARTOGRAFÍA IGN
Huso: 30 / Banda: T
Hoja: 459 / Cuadrícula: 1 y 3

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EL CARDOSO DE LA SIERRA ES UN PRECIOSO RINCÓN DE LA PROVINCIA DE GUADALAJARA.

Nuestro destino, El Cardoso de la Sierra, es uno de los pueblos de más extensión de la geografía ibérica y aunque se encuentra dentro del término provincial de Guadalajara, tiene por su ubicación geográfica, un acceso más cercano desde la vecina provincia de Madrid.

Tipológicamente está considerado como villa perteneciente a la ruta de los pueblos de la arquitectura negra de Guadalajara, aunque el uso de tejas árabes en la construcción de las cubiertas de sus edificios, perturba en alguna medida, la coherencia del conjunto urbano.

El crónico aislamiento vivido en estas tierras y el escaso impacto al que sus pobladores han sometido al medio, han hecho posible que hoy se pueda disfrutar de los mejores rebollares del Sistema Central, alcanzando cotas de extensión y madurez únicas en estas sierras. Además, las especiales condiciones de humedad y orientación de sus cumbres han hecho posible que tanto en El Cardoso de la Sierra como en la vecina localidad de Montejo de la Sierra sobreviva el hayedo considerado más meridional de Europa, superviviente de la última glaciación.

Puente sobre el río Jaramilla en el Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara
El camino cruza el puente viejo sobre el río Jaramilla.

Roblelacasa, ejemplo de Arquitectura Negra.

El camino comienza en la pedanía de Roblelacasa, bellísimo exponente de la Arquitectura Negra y protagonista de una de las mejores panorámicas de este paraíso serrano. Al final de la carretera, antes de entrar en la aldea, se encuentra el panel de inicio de ruta que ayudará al caminante a desentrañar las claves de una dura y gratificante jornada senderista.

La pista que discurre cerca del depósito de agua acerca a la carretera local que se dirige a la provincia de Madrid a través de la agreste geografía de estas sierras, cruzando los diminutos asentamientos humanos que, en muchos casos, no llegan a los dos dígitos de población. Se avanza por ella 800 metros sin más perturbación que la que supone la huella antrópica de la propia existencia de la carretera que se pisa. El senderista aprovechará la amplitud de la traza para comentar los pormenores de una nueva jornada deportiva.

Un poste direccional señala el camino que súbitamente se estrecha, obligando a enfilar la marcha. De frente un enorme socavón inquieta el deambular, se trata del barranco del Jaramilla, enorme cicatriz provocada por los plegamientos de la última
orogenia alpina y por millones de años de erosión fluvial. Antes de descender al abismo, el viajero debe detener su marcha para disfrutar de un entorno único en el que el oscuro color de los roquedos, expuestos a las extremas inclemencias meteorológicas, configuran un teatro fascinante y sobrecogedor que le permitirá viajar en la máquina del tiempo y trasladarse a cualquier punto remoto del planeta.

El Canchal de corralejo en Guadalajara
Pasado Corralejo, el camino atraviesa un imponente canchal

Se cruza el Jaramilla por un viejo y bien conservado puente de madera que recuerda a los utilizados por los sherpas nepalíescaminando por los valles del lejano Himalaya. Se inicia un empinado camino que atraviesa uno de los escasos encinares que se encuentran por estas tierras y cuya ubicación se reserva a las zonas basales de la comarca, a las solanas en pendiente y, como en este caso, a las abruptas laderas de las gargantas fluviales.

La subida se hace dura, pues salva en poco trecho un desnivel de 250 metros hasta llegar a Corralejo, que es una diminuta aldea dedicada en exclusiva a la explotación ganadera, donde no se encontrará más que una pequeña taberna y alguna vivienda dispersa rodeada de corrales y vallados muy extensos.

Justo a la entrada a Corralejo, la senda obliga a pisar nuevamente el asfalto, aunque en esta ocasión es solo para alcanzar la pista que en dirección al sur, rodea el Cerro de Corralejo con la vista puesta en el próximo hito del camino, Colmenar de la Sierra.

El canchal de Corralejo, testigo de tiempos glaciares.

Mientras se rodea el Cerro de Corralejo, se encuentra uno de los escasos canchales que aparecen por estas montañas, el lento pero inexorable proceso de gelifracción, más acusado en tiempos pasados que en nuestros días, ha troceado el sustrato rocoso hasta convertirlo en una enorme montonera de piedras que se suceden ladera abajo y que se atraviesan sin mayor problema por la senda abierta por los transeúntes que desde tiempos inmemoriales recorren estos caminos.

La senda recorta hacia el norte pero antes es necesario parar a observar el agreste barranco del Jarama que de oeste a este se extiende mirando al mediodía.

Los frecuentes roquedos conforman un hábitat de excepcional importancia para un amplio conjunto de aves rupícolas. La zona cuenta con poblaciones estables de Águila real (Aquila chrysaetos), Buitre (Gyps fulvus), Halcón (Falco peregrinus) y Búho real (Bubo bubo), siendo abundante la Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax).

Otras especies de gran interés como águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), Alimoche (Neophron percnopterus) y los Roqueros rojo y solitario (Monticola saxatilis y M. solitarius) utilizan la Sierra de Ayllón como zona de cría. La gran importancia de la zona para aves rapaces y necrófagas rupícolas se ve amenazada por la disminución continua de las poblaciones de conejo de monte y de la cabaña ganadera, aunque la disponibilidad de presas como liebre, zorro y crías de corzo o jabalí se viene
manteniendo.

El senderista cruza el puente sobre el río Berbellido
A medio camino el sendero atraviesa el puente sobre el Berbellido

Colmenar de la Sierra es una pequeña pedanía perteneciente a El Cardoso de la Sierra, donde viven muy pocos habitantes, dedicados en su mayoría a la apicultura, horticultura y ganadería. Tampoco aquí se encuentra posada por lo que va quedando clara la importancia de llenar bien el morral antes de la partida.

La salida de Colmenar se hace por su carretera de acceso que ofrece acceso a las grandes praderas de pastos que se extienden hacia el oeste. Al sur, los picos San Cristobal y Cabeza del Viejo se recortan a contraluz. Se anda a lo ancho por amplios pastizales hasta que el relieve del terreno impone el dominio del jaral y el brezal, que paulatinamente se van angostando subyugando nuevamente a enfilar la marcha.

El río Jarama se muestra bravo e inhóspito en el Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara.

Frente al caminante se divisa la pista que conecta la carretera de El Cardoso con el puente de Montes Claros, que atraviesa el curso del Jarama cuando éste todavía se muestra bravo e inhóspito. Antes de alcanzar la pista, una corta cuesta abajo obliga a cruzar el arroyo de los Cercalos por unas pistas que rara vez quedan cubiertas por el agua.

Visto y no visto se entra y se sale de la pista para adentrarse en el denso pinar de montes claros; la traza se vuelve a abrir permitiendo una marcha más cómoda. Un poste direccional saluda en el encuentro con la carretera de El Cardoso que, rápidamente, se abandona para volver a entrar al bosque de Montes Claros hasta alcanzar las instalaciones del retén forestal.

Un senderista llega al área recreativa del Molino de la Hiruela por el sendero pr-gu-04
Área recreativa de la Hiruela en el tramo de Madrid

Se abandona el área del retén forestal contra incendios justo por la pista que arranca en el propio cruce de carreteras; un poste direccional sitúa al senderista en el rumbo adecuado que le introduce en un frondoso bosque de pino silvestre que, después de trescientos metros se aclara, y tras rodear un pequeño vallado de alambre, le deposita nuevamente en la carretera de El Cardoso que caminará doscientos metros antes de volver a despedirla.

Nuevamente la traza se estrecha y la vegetación se espesa, bajo los pies se nota el empedrado del camino antiguo abandonado en el siglo pasado, varios contrafuertes realizados con mampostería de piedra reafirman el sendero. Antes de alcanzar la carretera se encuentran varios jalones y en ésta, un poste direccional. Menos de cinco kilómetros separan al caminante de su destino.

Antes de llegar a El Cardoso, el sendero PR-GU-04 se interna brevemente en la madrileña Sierra de el Rincón.

El camino baja al río Berbellido que recoge las aguas de las altas cumbres del pico del Lobo y de todo el cordal de la Pinilla, horadado por varios circos glaciares en épocas remotas, de los que hoy solo quedan grandes canchales de altura y morrenas.

Se cruza el puente y se sigue avanzando por una pista revuelta que dibuja varias zetas antes de alcanzar el lomo de la colina sobre la que se avanzará un kilómetro. El senderista se adentra en el territorio del melojar, el bosque se va espesando y engrandeciendo pues éste es, con toda probabilidad, uno de los rebollares más sanos y hermosos del centro de España.

Un senderista observa desde un berrocal de pizarra en el pr-gu-04 el Cardoso de la Sierra
Vista de El Cardoso de la Sierra con el pico Santuy (1.930 m) al fondo

Se ha llegado al área recreativa de “El Molino”. El poste marca la senda que se dirige hacia la vecina provincia de Madrid. Antes, es muy recomendable realizar una visita al molino de la Hiruela, hoy restaurado, enclavado en un hermosísimo paraje.

El paso por la provincia de Madrid es breve y tras escasos 800 metros se cruza nuevamente el Jarama para abordar el último kilómetro del camino que se comparte con el veterano GR-88, que durante más de 18 kilómetros el viajero ha buscado.

La entrada a El Cardoso se realiza por terreno amable y despejado, suavemente empinado, hasta finalizar en la diáfana plaza del pueblo; un panel de inicio-final de ruta recibe al caminante y pone colofón a una espectacular jornada senderista.

Plaza Mayor, 9 - Campillo de Ranas (Guadalajara)