Descubre Campillo de Ranas, corazón de la ruta de los pueblos negros de Guadalajara

 
Vista general de campillo de ranas con el pico Ocejón al fondo
Campillo de Ranas, capital de la ruta de los Pueblos Negros

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En la vertiente poniente del Pico Ocejón se abre un amplio y majestuoso valle cubierto por densos bosques de pino y roble y grandes extensiones de pastos; al oeste, la sierra de Puebla y la del Rincón y al norte, el gran macizo de Ayllón con su dominante pico de El Lobo (2274 m).

Campillo de Ranas, corazón de la ruta de los Pueblos Negros.

En el centro de este espectacular entorno se ubica Campillo de Ranas, corazón de la ruta de los Pueblos Negros de Guadalajara y cabeza de comarca de este hermoso paraje serrano en el que todas las aldeas siempre formaron parte del llamado “Concejo de Campillo” cuando desde épocas de reconquista toda la comarca perteneció al “Común de Villa y Tierra de Ayllón (provincia de Segovia). La reordenación provincial llevada a cabo en 1808 cambió la disposición geográfica de los 38 “departamentos provinciales” de entonces y, a partir de 1826, Campillo de Ranas ya se encontraba en la provincia de Guadalajara aunque sometida a la jurisdicción civil del Corregidor de Ayllón.

En la actualidad Campillo de Ranas tiene cuatro “barrios” (pedanías) dependientes con nucleos de población estable (Campillejo, El Espinar, Roblelacasa y Robleluengo y otras dos con presencia vecinal no continua (Matallana y La Vereda).

El extremo aislamiento impuesto por esta geografía agreste e indómita ha condicionado tanto la morfología de los núcleos de población como los modos de vida de sus moradores, configurando una tipología urbanística y constructiva absolutamente singular caracterizada por el caos en lo urbano (planificación estructural inexistente) y por un diseño muy “endémico” en la construcción de los edificios gracias el uso exclusivo de pizarra, madera y barro como materiales de obra; ambos aspectos convergiendo en una tipología arquitectónica única conocida como Arquitectura Negra de Guadalajara.

Su economía, razonablemente desahogada en comparación con otros nucleos serranos,  siempre estuvo condicionada por la ganadería gracias a los abundantes pastos de estos valles.


El deporte es de naturaleza en Campillo de Ranas.

Campillo de Ranas posee un entorno natural privilegiado donde la práctica de deportes siempre relacionados con la naturaleza como el senderismo, el montañismo, la bicicleta de montaña o carretera y el piragüismo o kayac encuentran un perfecto “terreno de juego” más allá de la simple contemplación de los muchos paisajes idílicos de este magnífico entorno, como el cercano Hayedo de Tejera Negra, el Pico Ocejón y la Peña Bernardo, Las cascadas del Aljibe, El Cuchillar del Asomante, etc…Campillo se ubica en el centro neurálgico del Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara lo que permite un rápido acceso a todos los espacios característicos del Parque Natural.


Arquitectura negra en Campillo de Ranas.

Las edificaciones de Campillo de Ranas responden a una tipología edificatoria de gran uniformidad gracias al empleo omnipresente de pizarra, madera y barro, empleándose las piezas más gruesas en la elaboración de los muros que siempre son de carga y cerramiento y se unen con argamasa formada por barro, arcilla y paja. Las pizarras más finas y amplias (lajas) son las empleadas para las cubiertas que usualmente se resuelven a dos aguas aunque es muy característico un tercer faldón como resultado de “matar” la zona superior del “piñón” de la fachada. Es muy llamativo el resultado final de las cubiertas formadas por multitud de “lajas” de pizarra solapadas de forma continua a modo de las escamas de un pez.

En lo urbano, nuevamente, el absoluto aislamiento de estos valles condicionó el carácter rural de esta arquitectura como resultado de una impuesta autosuficiencia en las humildes economías familiares propiciando la disposición de construcciones anejas o, incluso interiores en la vivienda, donde se alojaban los animales como base del sustento familiar (Asnos, mulas, cerdos, gallinas y alguna vaca) denominados “casillos”.

Como construcción singular de Campillo de Ranas, destacando por su porte -sorprendentemente elevado- y la combinación de grandes sillares de piedra caliza, la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, así como la plaza y el reloj de sol allí ubicado.  

Plaza Mayor, 9 - Campillo de Ranas (Guadalajara)